El debate sobre la tarea escolar

Argumentos a favor y en contra del homework

Tarea escolar
Los deberes escolares plantean un importante debate en todo el mundo. Eric Audras/Getty Images

La tarea escolar, deberes o homework es una fuente de conflicto para muchas familias y motivo de un fuerte debate internacional. Ese debate está centrado sobre todo en la tarea de los niños de Primaria pero también se extiende a los preadolescentes de la escuela Intermedia y a los adolescentes de la Secundaria.

Muchos padres y madres no se han planteado nunca este debate conscientemente pero la inmensa mayoría de ellos vive con frustración esa parte de la vida de sus hijos. Entender en qué consiste el debate y conocer las posiciones de los dos lados permite tener una posición frente a ello y adoptar las medidas que esa posición nos dicte.

Qué es la tarea

La tarea es el trabajo que los maestros imponen a los niños fuera del horario escolar. La inmensa mayoría de los sistemas educativos apuestan por la existencia de homework. En casi todos los países los niños deben hacer tarea al llegar a casa. Pero no en todos, existen excepciones.

La excepción más conocida es la de Finlandia. En este país europeo los niños no hacen deberes en la casa. Es el ejemplo que se usa siempre porque los niños finlandeses son los que obtienen mejores notas en las pruebas internacionales que evalúan los conocimientos que se adquieren en las escuelas.

El debate sobre los deberes no es nuevo

El debate sobre las ventajas o desventajas de la tarea no es nuevo. En Estados Unidos existe, al menos, desde principios del siglo pasado. Es importante saber que las opiniones sobre los beneficios o perjuicios del homework han estado siempre relacionados con la situación económica y política del país y del mundo. En la década de los años cincuenta en plena Guerra Fría y cuando se estaba produciendo una competencia con la Unión Soviética por el dominio del mundo, la necesidad de que los niños hicieran deberes se veía como un imperativo social que conseguiría hacer sobresalir al país. Lo mismo ocurrió en los años setenta y ochenta con la presión económica del despegue de Japón. Por el contrario, tanto en los años treinta tras la Gran Depresión económica como en los años sesenta, el homework era visto como un motivo de frustración y estrés infantil.

En la actualidad, en Estados Unidos y de forma similar en la mayoría de los países, las autoridades educativas recomiendan diez minutos de tarea por cada grado. Es decir, que los niños en Primero de Primaria deberían hacer diez minutos de deberes; veinte minutos los de Segundo o cincuenta minutos los de Quinto.

Los argumentos a favor

Los argumentos a favor de los deberes son varios y prácticamente no han variado a lo largo del tiempo:

  1. La tarea generar en los niños y las niñas la autodisciplina.
  2. Proporcionar un tiempo individual de adquisición de conocimientos.
  3. Reforzar lo aprendido en el aula.
  4. Mejorar el rendimiento académico.
  5. Involucrar a la familia en el proceso escolar de los niños o las niñas.

Los argumentos en contra

Como en el caso anterior, los defensores de la inutilidad e incluso el perjuicio de los deberes defienden diversos argumentos:

  1. Ninguno de los argumentos de los defensores se ha probado e incluso existen estudios que descartan los beneficios que defienden los que están a favor de la tarea.
  2. Tras las seis o siete horas que pasan en la escuela, los niños están cansados por lo que obligarles a dedicarle más tiempo a las actividades académicas solo introduce estrés y rechazo hacia esas actividades o incluso rechazo hacia la escuela.
  3. Los deberes son un fracaso del sistema educativo porque lo que demuestran es que es incapaz de conseguir que los niños aprendan adecuadamente en el aula, si lo hiciera el homework no sería necesario.
  4. Los deberes provocan una gran discriminación entre familias pudientes y familias con menos recursos. Las primeras pueden permitirse una atención a los niños que las segundas, no. En el primer caso los padres, generalmente mejor preparados, pueden dedicar tiempo a hacer la tarea con sus hijos y si ellos ni pueden, lo que es cada día más frecuente, contratan cuidadores o maestros para que hagan la tarea con sus hijos en la casa.
  5. Un desarrollo integran requiere la atención a otros aspectos del aprendizaje además del académico. Si los niños pasan siete horas en la escuela y otras dos horas más haciendo la tarea en la casa no les queda tiempo para actividades que son igualmente imprescindibles para su desarrollo como el juego. El juego debe ser una de las prioridades en la vida de los niños.
  6. La tarea es una fuente continúa de conflictos familiares. La exigencia del homework obliga a muchos padres y madres a convertirse en vigilantes de sus hijos para que los hagan y ese papel complica las relaciones paternofiliales.